Esta semana, y gracias a la grabación mediante microscopía láser, hemos sido testigos de un espectacular vídeo en el que podemos ver a uno de estos guardianes de nuestra integridad, atacar y destruir sin miramientos una célula cancerosa.
Las imágenes las ha captado un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge y muestran a un leucocito T (la célula verde del vídeo) en plena batalla contra una célula peligrosa (en azul). Para ver el proceso con más detalle han acelerado el vídeo unas 92 veces.
omo veis, la precisión y contundencia del linfocito es asombrosa. Detecta la presencia de la célula cancerosa y se pone manos a la obra aniquilándola sin afectar a ninguna de las otras células sanas que se encuentran a su alrededor.
Esa eficacia de nuestras propias células podría ser la clave para los próximos tratamientos oncológicos de nueva generación. Muchas de las nuevas terapias que hoy en día se están investigando en la lucha contra el cáncer se basan en conseguir conocer con detalle cómo funcionan nuestras propias células defensivas para poder activarlas, utilizarlas o mejorarlas.
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